La lógica de nuestro sistema jurídico ofrece múltiples posibilidades en el caso de que se produzca la voluntad de dividir un patrimonio o bien común, siempre y cuando esto no tenga como resultado el perjuicio del bien común hasta el punto de que el bien resulte inservible.

Sin embargo, si se quiere ahorrar tiempo, dinero y esfuerzos, y ante las controversias que se producen casi siempre que hay dinero de por medio, es necesaria la intervención de un arbitro o amigable componedor que dirima con acierto en su ejercicio los conflictos existentes, por lo que Sánchez Garrido Abogados pone a su disposición toda su experiencia en la materia.