Del Libro Primero de “La Política” de Aristóteles nos dice que: Toda ciudad o Estado es, como podemos ver, una especie de comunidad, y toda comunidad se ha formado teniendo como fin un determinado bien. Prosigue Aristóteles: Mientras todas las comunidades tienden a algún bien, la comunidad superior, la polis, que incluye en sí todas las demás, debe hacer esto, es decir, tender a un bien, en un grado supremo por encima de todos, buscando aspirar al más alto de todos los bienes”.
ABSTRACT.- From Aristotle’s first book of «Politics» tells us that: “every city or state is, as we can see, a kind of community, and every community has been formed with the purpose of a certain good”. Aristotle continues: “While all the communities tend to some good, the superior community, the Polis, which includes in itself all the others, must do this, ie to tend to a good, to a supreme degree above all, seeking to aspire to the highest of all the goods«.
However, the biggest challenge we are facing is the management, control and design of cities that support their operation in almost completely virtual instruments, and with that I question what rights we speak of, how we adapt to it , when they forget, or at least mention terms such as the family,-it is replaced by gender and cities for women-, migratory flows, disabilities, geology, climate, beliefs,..? And what would be their cost and how to finance them? How do we educate ourselves for this technological revolution?
La Agenda 2.030 para el Desarrollo Sostenible fue aprobada por los Estados Miembros de la ONU en la cumbre mundial para el desarrollo sostenible del año 2.015, fijó esto estos 17 objetivos:
1.- Erradicar la pobreza en todas sus formas en todo el mundo.
2.- Poner fin al hambre, conseguir la seguridad alimentaria y una mejor nutrición, y promover la agricultura sostenible.
3.- Garantizar una vida saludable y promover el bienestar para todos para todas las edades.
4.- Garantizar una educación de calidad inclusiva y equitativa, y promover las oportunidades de aprendizaje permanente para todos.
5.- Alcanzar la igualdad entre los géneros y empoderar a todas las mujeres y niñas.
6.- Garantizar la disponibilidad y la gestión sostenible del agua y el saneamiento para todos.
7.- Asegurar el acceso a energías asequibles, fiables, sostenibles y modernas para todos.
8.- Fomentar el crecimiento económico sostenido, inclusivo y sostenible, el empleo pleno y productivo, y el trabajo decente para todos.
9.- Desarrollar infraestructuras resilientes, promover la industrialización inclusiva y sostenible, y fomentar la innovación.
10.- Reducir las desigualdades entre países y dentro de ellos
11.- Conseguir que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles.
12.- Garantizar las pautas de consumo y de producción sostenible.
13.- Tomar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos (tomando nota de los acuerdos adoptados en el foro de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático).
14.- Conservar y utilizar de forma sostenible los océanos, mares y recursos marinos para lograr el desarrollo sostenible.
15.- Proteger, restaurar y promover la utilización sostenible de los ecosistemas terrestres, gestionar de manera sostenible los bosques, combatir la desertificación y detener y revertir la degradación de la tierra, y frenar la pérdida de diversidad biológica.
16.- Promover sociedades pacíficas e inclusivas para el desarrollo sostenible, facilitar acceso a la justicia para todos y crear instituciones eficaces, responsables e inclusivas a todos los niveles.
17.- Fortalecer los medios de ejecución y reavivar la alianza mundial para el desarrollo sostenible.
En la actualidad a pocos no le suena ya el concepto SMART CITY, para algunos simplemente es humo al servicio de las grandes compañías tecnológicas que han encontrado en las “smartcities”, el nuevo maná del marketing comercial, para otros las nuevas tecnologías inciden en la calidad de vida de los ciudadanos, de los city users, de los turistas, pero también en la eficiencia de las empresas, de los servicios públicos y en la atractividad para nuevas inversiones; pero ¿qué capacidad de RESILIENCIA, tendremos y con ella las inversiones?
La Carta Europea de Salvaguarda de los Derechos Humanos de la Ciudad del año 2.000, define el derecho a la ciudad como “el derecho a encontrar las condiciones para (la) realización” (art. 1.1) del habitante urbano a todos los niveles; es más la Carta Mundial por el Derecho a la Ciudad del año 2.005, la cual el derecho a la ciudad es “el usufructo equitativo de las ciudades dentro de los principios de sostenibilidad, democracia, equidad y justicia social” (art. 1.2), lo cual implica, “enfatizar una nueva manera de promoción, respeto, defensa y realización de los derechos civiles, políticos, económicos, sociales, culturales y ambientales garantizados en los instrumentos regionales e internacionales de derechos humanos”
Siguiendo el hilo argumental los textos constitucionales europeos indican lo siguiente en relación con el derecho a la ciudad:
– Artículo 11.6 de la Constitución de Luxemburgo (1.898, última revisión 2. 009): “La libertad de comercio e industria, el ejercicio de la profesión liberal y el trabajo agrícola quedan garantizados, bajo los límites establecidos por la ley”.
– Artículo 45.3 de la Constitución Irlandesa (1.937): “1º. El Estado favorecerá y, cuando sea necesario, suplirá la iniciativa privada de industria y comercio. 2º. El Estado se esforzará en asegurar que la empresa privada es dirigida a asegurar una eficiencia razonable en la producción y distribución de bienes y a proteger al público contra injusta explotación”
– Artículo 41 de la Constitución Italiana (1.947): “Será libre la iniciativa económica privada. No podrá, sin embargo, desenvolverse en oposición al interés social o de tal modo que inflija un perjuicio a la seguridad, a la libertad y a la dignidad humana. La Ley determinará los programas y controles oportunos para que la actividad económica pública y privada pueda encaminarse y coordinarse con fines sociales”
– Artículo 38 de la Constitución Española (1.978): “Se reconoce la libertad de empresa en el marco de la economía de mercado. Los poderes públicos garantizan y protegen su ejercicio y la defensa de la productividad, de acuerdo con las exigencias de la economía general y, en su caso, de la planificación”.
Durante el 2.010 la Comisión Europea puso en marcha, en el marco de la estrategia Europa 2.020, una iniciativa cuyo propósito era orientar el desarrollo de competencias tecnológicas para llevar a cabo los objetivos económicos y sociales de la Comunidad Europea a largo plazo. Por dar algunas pincelas al respecto diré:
– Conexión a internet está a punto de dar un gran salto en España. Las grandes compañías están empezando a hacer pruebas con el 5G que, previsiblemente, entrará en funcionamiento en la primera mitad de 2.020. El Internet de la cosas, IoT, esto es, se refiere al hecho de conectar, digitalmente, entre sí objetos cotidianos a través de internet; nuestro frigorífico podrá avisarnos de la fecha de caducidad de los alimentos que pueda contener, el cepillo de dientes nos alertará de la aparición de alguna caries, o las zapatillas deportivas registrarán nuestra actividad de running en la nube, está ya en pruebas en Segovia y Talavera de la Reina y desplegará la red a principios de 2.020.
– Están cartografiando parte del ADN como servicio de pago, NO SÓLO para producir la mejora genética o la reproducción de órganos con impresoras 3D.
¿Cuál ha de ser la estrategia ante los cambios en el modo de conocer, teniendo en cuenta que las Smart city se articulan sobre la base de cuatro ideas esenciales:
- Las cuestiones ambientales y las restricciones energéticas;
- La comunicación fluida de los actores entre sí: colectividades, ciudadanos, empresas, instituciones;
- El uso compartido de bienes y servicios, con una activa participación de los usuarios en la concepción de productos, servicios, y modalidades operativas, y renunciando en algunos casos a la propiedad y uso individual;
- La integración de las nuevas tecnologías de la información y de la comunicación, la robótica y los sistemas inteligentes de transporte, que potencian el funcionamiento en red; la modificación de la matriz energética a favor de las energías renovables, y el cambio de comportamiento y usos por parte de los ciudadanos?
Sin embargo, el mayor desafío al que ya estamos haciendo frente es la gestión, el control y el diseño de las ciudades que, apoyan su funcionamiento en instrumentos casi completamente virtuales, y con ello me cuestiono ¿de qué derechos hablamos?, ¿cómo nos adaptaremos a ello, cuando se olvidan, o al menos ni se mencionan términos como la familia, – se sustituye por género y ciudades para las mujeres -, flujos migratorios, discapacidades, geología, clima, creencias,..? ¿y cuál sería su coste y como su financiación? ¿cómo nos educamos para está revolución tecnológica?; cuestiones que, se unen a las preguntas que se hace un inversor:
1. Da igual lo que digan los números. Los números en un Plan de negocio son papel mojado. Nunca se cumplen.
2. ¿Me convencen la exposición, los argumentos y las respuestas a mis preguntas? ¿Se creen verdaderamente lo que me cuentan?
3. ¿Hay otros inversores valorando entrar? Si es así eso me da tranquilidad.
4. En cuanto salga de esta reunión voy buscar en San Google “que todo lo sabe” y especialmente en sus perfiles de Facebook para saber “de verdad” en que tienen pensado gastar mi dinero.
5. ¿Tienen las habilidades que requiere este proyecto? ¿Tienen la formación y la experiencia (especialmente la experiencia) que me están contando?
6. Los emprendedores están tan enamorados de su idea que, lo que espero es que me cuenten sus defectos. Si lo hacen es que son conscientes de que una empresa “no es perfecta”. Si no lo hacen o son unos inconscientes o quieren engañarme.
7. Es posible que el tamaño del mercado sea el que me están contando, pero ¿Cómo van a conseguir ellos/as atraer a los clientes y especialmente que compren?; a la vez que señala, que la puesta tecnológica, supone un componente aislado
8. ¿Son vendedores de esperanza y humo o tocan con los pies en el suelo?
9. ¿Me voy a jugar mi dinero con ellos? ¿Si fuese su propio dinero, o el de sus padres o hermanos, lo arriesgarían?
10. ¿Cuánto esfuerzo han tenido que hacer a lo largo de su vida para llegar hasta aquí?
Las nuevas tecnologías serán un catalizador para el cambio, a medida que las tecnologías alcanzan la madurez y la convergencia con la sociedad, permitirán que las empresas y las ciudades amplíen sus capacidades digitales para crear experiencias inteligentes y altamente personalizadas, colocando a las ciudades en posiciones más o menos ventajosas de un mapa global virtual y con ello atraerán recursos, capital humano, creatividad e impulsan el crecimiento socio-cultural y económico, pero para ello es necesario inversiones.
Las Entidades y organismos públicos, administraciones locales, entidades privadas u organizaciones público-privadas están implicadas en el desarrollo de Smart Cities; lo previsto por las Leyes 19/2.013, de Transparencia, Acceso a la Información Pública y Buen Gobierno y la Ley 11/2.007, de acceso electrónico de los ciudadanos a los Servicios Públicos, Ley 27/2.013, de 27 de diciembre, de racionalización y sostenibilidad de la Administración Local y, de forma especial, la perspectiva y necesidades de los ciudadanos y empresas como principales agentes usuarios de una ciudad y sus servicios, HARAN QUE nacen NUEVOS DERECHOS, con lo que se instrumentalizan viejos derechos como la propiedad, igualdad, economía, sostenibilidad; todo ello como consecuencia del desarrollo tecnológico:
– Derecho al acceso y al uso de las tecnologías de información y comunicación. Las administraciones públicas no solo deben proteger y garantizar este derecho sino también utilizar las TIC (tecnologías de información y comunicación) para democratizar realmente al acceso de todos a los servicios de interés general. Derecho al uso social de las actuales tecnologías de información y comunicación, especialmente en las relaciones con las Administraciones públicas (p.ej. ventanilla única). Barrios y viviendas tienen, todos, derecho al cableado.
– Derecho a la justicia socal y a la seguridad.
– Derecho de todos los residentes en una ciudad a tener el mismo status político-jurídico de ciudadano. Y por lo tanto igualdad de derechos y responsabilidades. La ciudadanía debe distinguirse de la nacionalidad (que en el marco de la globalización y de las uniones políticas supraestatales debe perder su actual carácter absoluto es decir la facultad de proporcionar un estatuto diferenciado). Es la relación con un territorio –con un entorno social– lo que debe determinar el estatuto legal.
– Derecho de los ciudadanos a igual movilidad y acceso a la información similar al que poseen los capitales privados y las instituciones públicas. Derecho a acceder a todo tipo de información emanada de los organismos públicos y de las empresas de servicios de interés general.
– Derecho al espacio público y a la monumentalidad. La ciudad es hoy un conjunto de espacios de geometría variable y de territorios fragmentados (física y administrativamente), difusos y privatizados. El espacio público es una de las condiciones básicas para la justicia urbana, un factor de redistribución social, un ordenador del urbanismo vocacionalmente igualitario e integrador. Todas las zonas de la ciudad deben estar articuladas por un sistema de espacios públicos y dotadas de elementos de monumentalidad que les den visibilidad e identidad. Ser visto y reconocido por los otros es una condición de ciudadanía.
Derechos extraídos de la Declaración de los derechos y deberes de la ciudadanía, Las recientes cartas y declaraciones de Porto Alegre (1.999) y Paris–St. Denis (2.000), pero sin olvidar que para ello que las autoridades y las políticas públicas deben responder a las cuestiones, que todo inversor se realiza ayer, hoy,…….., a fin de que el desarrollo tecnológico no se convierta en la esclavitud y la riqueza de otros, pues como decía el líder político socialdemócrata ya desaparecido, Mitterrand, respondiendo a la pregunta “¿qué es hoy el socialismo?” que le formulaba un periodista, contestó con dos palabras: “Es la justicia. Es la ciudad.” ¿es disrupción la opción o es la sostenibilidad? Dependerá de las políticas que se lleven acabo, pero esto solo genera más inestabilidad al inversor, que arriesga su estabilidad.
Consuelo Sánchez-Castro Díaz-Guerra
Abogada