Aquellos que deseen acceder a una vivienda, bien sea en propiedad o en alquiler, están de enhorabuena: el Ministerio de Fomento ha presentado el Plan Estatal de Vivienda 2018-2021, que incluye ayudas de un máximo de 10.800 euros dirigidas a personas cuya edad se sitúe por debajo del umbral de los 35 años. La medida se hará efectiva, en principio, a partir del próximo día 1 de enero.
Entre las medidas que se han incluido en este nuevo plan destaca el aumento del importe máximo de aquellos alquileres que puedan beneficiarse de estas ayudas, que pasará de 600 a 900 euros, o la consideración de que tanto desde el Estado como desde las CCAA (80% y 20%, respectivamente) se haga frente al pago de cantidades comprendidas entre los 150 y 400 euros en los casos en los que el arrendado pertenezca a un colectivo desfavorecido o haya sido desahuciado.
Ayudas para los jóvenes
La cuantía anteriormente mencionada que aquellos menores de 35 años quieran solicitar (10.800 como límite en el caso de compra de vivienda) en ningún caso deberá sobrepasar el 20% del importe total del coste de la propiedad; en cuanto al alquiler, la cantidad máxima que la ayuda pueda alcanzar no deberá situarse por encima del 50%.
Cabe mencionar que, además del requisito de la edad, quienes se beneficien de estas medidas han de cumplir una segunda condición: cobrar menos de 3 veces el salario mínimo (29.724 € al año). Otro de los puntos a destacar, refiriéndonos en este caso al alquiler, es que la ayuda de 400 € para los colectivos con más dificultad solo se aplicará en los casos en que la renta del inmueble no supere dicha cuantía. Los pisos que se ofrezcan para poder disfrutar de las medidas contenidas en este Plan de Vivienda tendrán como origen un banco de residencias que el ministerio negocia con Sareb.
Los mayores también podrán beneficiarse del plan
En otro orden, el decreto anunciado por Fomento también se refiere a determinadas ayudas dirigidas a los mayores de 65 años, que serán del 50% del importe total del alquiler o de 200 € en concepto de ayuda para la liquidación de las facturas de suministro como agua, luz o gas.