Este año, Sánchez Garrido Abogados cumple 50 años. A lo largo de esta trayectoria, hemos tenido el placer de conocer a grandes profesionales del Derecho, algunos de los cuales han pasado por nuestras filas.
A día de hoy, somos el despacho de abogados más reconocido de Toledo; y esto solo es posible gracias al encomiable esfuerzo de todos los integrantes de nuestra firma, quienes somos una gran familia.
Pero el origen de esta empresa vino de la mano de don Joaquín Sánchez Garrido, persona ilustre de la ciudad. En el día de hoy, le entrevistamos para compartir una pequeña parcela de experiencia personal y profesional de un hombre cuya incesante lucha por la justicia marcó un antes y un después para muchos.
Todos guiamos nuestros pasos movidos por una motivación concreta, ¿qué despertó en usted el interés por enfocar su vida en la defensa de la Justicia?
Yo he vivido durante una parte de mi vida en una colonia de una fábrica de cemento, donde trabajaba mi padre, y esta vivencia creó en mí un sentimiento de solidaridad muy grande y la idea de luchar por los desfavorecidos, lo que me llevó a estudiar la carrera de Derecho.
A lo largo de su carrera, ¿nunca se planteó otras salidas profesionales?
En primer lugar, tuve la ocasión de poderme dedicar a los negocios empresariales de la familia de mi mujer y a los de mi padre, y muy posteriormente, cuando llevaba más de quince años de ejercicio profesional, y haber sido durante tres o cuatro años Magistrado de Trabajo, el Subsecretario de Justicia me animó a que me presentara por el Tercer o Cuarto Turno a la carrera judicial, pero tanto en uno como en otro caso decliné esas posibilidades.
¿Cuál diría usted que ha sido el principal valor, aquel que le ha definido, en el desarrollo de su carrera?
Como a todo profesional se nos reconoce una inteligencia suficiente y en mi caso he procurado seguir los principios que me enseñó mi padre de ser trabajador, honrado y humilde.
¿Qué pensó cuando su hijo decidió estudiar Derecho? ¿Fue una alegría o intentó recomendarle otro camino?
Tuve una gran alegría que se fue acrecentando a medida que él avanzaba en sus estudios y estoy muy orgulloso de su trayectoria
Sánchez Garrido Abogados es a día de hoy un despacho de referencia en la ciudad de Toledo y Castilla-La Mancha, ¿alguna vez creyó que llegaría tan lejos?
Mi objetivo nunca ha sido ser el primero; lo que siempre he pretendido es que se nos considerara como un despacho muy profesional, en cuanto que nuestras características principales han sido el trabajo, la honradez y la humildad, si luego se nos considera, por los clientes o por la opinión pública, que seamos referentes, pues es un orgullo y nos sirve de acicate para seguir mejorando.
Medalla al Mérito Colegial, exalcalde de Toledo, presidente del Consejo Consultivo de Castilla-La Mancha, presidente de UNICEF Toledo… Su currículum llena páginas, ¿podemos inferir una inclinación hacia la filantropía?
Como le decía al principio de la entrevista, siempre he querido ser una persona solidaria y por eso he procurado colaborar con aquellas personas, entidades o asociaciones cuyo fin era satisfacer las necesidades de los más desfavorecidos y es por lo que estoy en UNICEF.
Tras toda una vida dedicada a ayudar a los demás, tanto en el sector público como en el privado… ¿Con qué se queda?
Con el trato de la gente, con la amistad que me han brindado muchísimas personas y con el sentimiento de haber podido conocer a personas admirables que me han servido de ejemplo.
¿Y dónde diría que está el techo?
En la ayuda a los demás no hay techo, es algo consustancial a la vida del hombre y, por lo tanto, hay que seguir con ese sentimiento de solidaridad tan necesario con los que más lo necesitan y que nos enriquece personalmente.
A colación del enriquecimiento personal, ¿recuerda algún caso de especial relevancia que le haya hecho crecer personalmente?
Es muy difícil reseñar un caso en concreto, pero sí le puedo decir que me ha ayudado mucho a crecer personalmente ese sentimiento de solidaridad que nació en el ambiente donde viví de joven, y luego las firmes convicciones humanistas que me enseñaron los Padres Agustinos. Posteriormente, el hecho de formar una familia me ayudó a ser más responsable, y, en otros ámbitos, le podría decir que el hecho de haber ostentado algunos cargos públicos me ha ayudado mucho a crecer intelectualmente y, por lo tanto, enriquecer mi formación.
¿Y alguna anécdota reseñable?
Cuando Nelson Mandela, su esposa y séquito vinieron a Toledo estuvimos recorriendo el casco histórico y me sorprendió que me dijeran que, por lo intrincado de sus calles, era una ciudad muy buena para la guerrilla.
Eso no me lo dijo él, sino uno de sus acompañantes.
¿Qué futuro le augura a la profesión?
En un mundo tan globalizado, a los despachos individuales se les pone cada vez más difícil la subsistencia: Yo les animaría desde aquí a que se agruparan para así poder atender toda clase de asuntos. Dada la gran profusión de leyes que día a día van apareciendo en nuestro ordenamiento jurídico. Es imposible que una sola persona pueda digerir tanta materia, y es por lo que creo que en esta profesión tan competitiva es necesario especializarse en una materia o formar despachos colectivos.
Teniendo en cuenta que vivimos en una ciudad muy próxima a Madrid, es necesario adoptar una de estas posturas porque cada día podemos ver más abogados de Madrid en nuestros Juzgados y Tribunales. Por otra parte, las nuevas tecnologías hacen que necesariamente nos tengamos que agrupar para, entre otras cosas, afrontar su coste y formarnos en su conocimiento.
Su hijo es hoy la cabeza visible con el que lleva las riendas del despacho, y seguro que le augura un buen futuro, pero, ¿querría dedicarle unas palabras que aún no haya escuchado?
Mi hijo es mi mejor amigo, y estoy muy orgulloso porque es un gran profesional y tiene una capacidad didáctica y de trabajo encomiable.
¿Qué destacaría del equipo de profesionales que trabajan día a día en Sánchez Garrido Abogados?
Tenemos la suerte de tener un gran equipo de profesionales con los que podemos abordar todas las materias del Derecho y debo destacar su gran implicación en el proyecto que no es otro que sacar adelante el despacho con honradez, eficacia y humildad, que nos anima a seguir creciendo y a prestar los mejores servicios a nuestros clientes.
¿De qué se siente más orgulloso?
De tener la familia que tengo, de tener unos amigos maravillosos, y de las experiencias que la vida me ha deparado. Tengo que agradecer a tanta gente su cariño y amistad, y si tuviera que decirle algo que me enorgullece es que la gente de esta ciudad me saluda por la calle y eso tiene un valor inestimable.