El Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) falló el pasado jueves 20 de diciembre que Uber conforma una empresa de transporte, lo que obliga a sus conductores a estar en posesión de la licencia de vehículos de alquiler con conductor (VTC).
El fallo del TSJE es rotundo, pues indica que Uber «está indisociablemente vinculado a un servicio de transporte y, por lo tanto, ha de calificarse de servicio en el ámbito de los transportes». “Un servicio de esta índole está excluido del ámbito de aplicación de la libre prestación de servicios en general, así como del ámbito de aplicación de la directiva relativa a los servicios en el mercado interior y del de la directiva sobre el comercio electrónico”, asegura el Tribunal de Luxemburgo.
Esta consideración supone que el paradigma original de Uber (UberPop), basado en la economía colaborativa, carezca de validez legal, y se muestra como una posible amenaza para empresas que desarrollan su actividad en el mismo marco colaborativo en otros sectores como Deliveroo o Airbnb.
Uber no verá afectada su actividad en nuestro país
A pesar de que los conductores de Uber en España ya desarrollan su actividad bajo la premisa de estar en posesión de las mencionadas licencias VTC necesarias, el fallo del TJUE respalda los planteamientos de los taxistas que mediante sus reclamaciones ya consiguieron paralizar el servicio UberPop hace tres años, y la sentencia estaba siendo esperada por la justicia española para su decisión definitiva acerca de este asunto.
Para esta empresa, que hoy sí podemos denominar de transporte, nada cambia dentro de nuestras fronteras ni de la mayoría del resto de países de la Unión Europea.
En el lado contrario, los taxistas han acogido este fallo con satisfacción, a la vez que han emplazado tanto a la Comunidad de Madrid como a la Generalitat de Cataluña a analizar, y si fuere necesario sancionar, los servicios de Uber en España desde el comienzo de su actividad.
Élite Taxi, asociación que interpuso la denuncia que propició la paralización del servicio UberPop en 2014, cree que la sentencia»marcará un antes y un después», aunque añade que «aún queda mucho trabajo por hacer».