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Ventajas de nombrar un albacea en el testamento

Nombrar albacea en el testamento

El albacea supone una gran ayuda para la división de la herencia

Una de las decisiones más importantes en la vida de una persona es el otorgamiento de su testamento.   El testamento se otorga ante Notario y en él se recoge la voluntad del testador sobre cómo distribuir su herencia. 

Si estás pensando en otorgar testamento debes asesorarte por un profesional. Y uno de los mejores consejos que pueden darse es el nombramiento de un albacea en una persona de confianza.  

Aunque habitualmente el cargo recae en un abogado, debes saber que no es un requisito imprescindible, y que puede ser nombrado albacea cualquier persona que merezca su confianza.


Supuestos en que un albacea resulta necesario

El albacea resulta casi obligado, si es que el testador no quiere dejar un problema tras su fallecimiento, en aquellas herencias con muchos bienes a repartir o con malas relaciones entre algunos miembros de la familia.

Pero no sólo en estos casos. También se aconseja su nombramiento cuando existen negocios familiares, actividades empresariales o bienes que producen rendimientos (por ejemplo, arrendamientos).  

En estos supuestos, el albacea será el encargado de proteger la herencia, administrando los bienes de la forma más beneficiosa para los herederos hasta el reparto de la herencia, evitando así que posibles enfrentamientos entre ellos la perjudiquen.

También será el encargo de repartir los legados, si los hubiera y en definitiva, de valorar y distribuir los bienes de la herencia respetando en todo momento la voluntad del testamento.

 

A falta de albacea, a los tribunales…

De no existir un albacea, o los herederos se ponen de acuerdo en las valoraciones y repartos de la herencia o será un juez el encargado de hacerlo.

Acudir a un procedimiento judicial, retrasará y encarecerá la división de la herencia, además de poner en riesgo los negocios de la familia.